¿DESPEDIDO?

Una gran aspiración del derecho laboral es lograr que exista equidad entre trabajo y capital. De este deseo, llamado justicia social, depende en gran medida la estabilidad patrimonial entre empleadores y trabajadores.
En resumida suma, la justicia social implica el equilibrio de derechos y obligaciones en las relaciones laborales. Así, para fincar relaciones cimentadas en la igualdad, la ley ha impuesto deberes y ha dado derechos a patrones y obreros.
Por ejemplo, el empleado debe obedecer a su patrono, cumplir con un horario y realizar las tareas encomendadas del modo, en el tiempo y sitio acordados. Por su parte el patrón debe respetar al trabajador, no violentar su dignidad y pagarle un salario proporcional a las labores realizadas.
Así también, deberá inscribirlo en el régimen obligatorio de seguridad social, concederle vacaciones, pagarle un aguinaldo, respetar la antigüedad generada y no ha de separarlo del trabajo si no es por causa justificada. Sin embargo, esto no se cumple en muchas ocasiones.
A veces el patrón despide sin más al empleado, y éste no sabe qué puede exigir, pues existen trabajadores que formando parte de labores informales creen no tener derechos. Además muchos empleados no tienen contrato y por eso, imaginan, no forman parte de una relación formal de trabajo.
Pero esto es un gran error. Basta que una persona preste servicios a otra de manera personal y subordinada para que exista la relación laboral. Todo trabajador tiene derechos aunque no medie ningún documento.
Para que se cumpla el derecho sólo hay que saber exigirlo.
Si usted fuere despedido de manera injustificada, le diré qué hacer. En primer término debe contratar los servicios profesionales de un abogado confiable y competente. Éste redactará una demanda que presentará ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje e iniciará un juicio ordinario laboral.
Demandará el pago de 90 días de salario en razón de indemnización por despido injustificado; además de vacaciones, aguinaldo, prima de antigüedad, vacacional y dominical, salarios devengados y caídos, horas extra, días de descanso y aun, en su caso, la inscripción retroactiva al régimen de seguridad social.
Si el procedimiento se realiza de la manera correcta, usted puede obtener las prestaciones que solicite en menos de un mes. Tenga en cuenta que no estará rogando nada, sino exigiendo el cumplimiento de sus derechos y contribuyendo de esta forma a la realización de la justicia social, que después de todo resulta ser uno de los principales triunfos de la Revolución Mexicana.

Autor: Vladimir Aguilar Cerón.



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